Jesús dijo a sus discípulos: si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Mateo Cap.16:24
Porque muchos son los llamados, y pocos escogidos. Mateo Cap.22:14.
Las ataduras en el pueblo son limitantes para avanzar en el crecimiento espiritual.
NEGARSE A SI MISMO prioriza el camino para hacer la voluntad de Dios, TOMAR LA CRUZ un significado y simbólico y profundo, aceptando pruebas, enfrentar dificultades, sufrimiento y sacrificio a muchas áreas que no agradan a Dios; SEGUIRLO es un compromiso de entrega incondicional a Cristo, con disposición de darlo todo por Él.
Es de gran responsabilidad para PASTORES Y LIDERES cumplir la gran comisión: HACER VERDADEROS DISCIPULOS. Esto implica retomar el proceso de sanidad interior para cortar derechos legales que el enemigo tiene sobre ellos rompiendo así con maldiciones generacionales. La iglesia necesita ser restaurada y tener restitución de lo que el enemigo le ha robado; como la paz, la salud, los seres queridos, la economía y muchas cosas en el ámbito personal y familiar.
Cuando aceptamos a nuestro amado Salvador Jesucristo, hay una gran promesa: HE AQUÍ QUE YO LES TRAERE SANIDAD Y MEDICINA, Y LOS CURARE Y LES REVELARE ABUNDANCIA DE PAZ Y DE VERDAD. Jeremías 33: vers.6.
LA SANIDAD INTERIOR Y UN VERDADERO DISCIPULADO CONLLEVAN A FUENTE DE TRANSFORMACION.
Cuando se inician procesos de cambio en las vidas, saldrán de una luz natural y de oraciones religiosas, los conocimientos adquiridos traerán formación para un verdadero nacimiento como hijo del Altísimo, entenderán que es tener la mente de Cristo, y cuando se confiese VENGA A NOSOTROS TU REINO Y HAGASE TU VOLUNTAD, se entenderá el propósito de formar un nuevo carácter, aceptando retos y pruebas y ser hacedor de su palabra, teniendo así un gran avance y empoderamiento espiritual como un guerrero.
A través de este mensaje usted mismo podrá analizar en qué mundo se encuentra: una iglesia RELIGIOSA o una iglesia que si establece DISCIPULAR con principios y valores.
LA IGLESIA RELIGIOSA
En esencia, la religiosidad que se centra en el ritual y no en la relación con Dios que puede llevar a una vida que no refleja los principios en el Evangelio y da lugar a comportamientos contrarios a los valores cristianos, es una vida de apariencias que va a la congregación simplemente cumpliendo un ritual, reglas y compromiso, sin que haya un verdadero cambio interior, lleva una vida dividida entre lo espiritual y lo mundano.
Dentro de esta religiosidad pueden estar líderes y Pastores que ya dejaron de pedir la dirección divina para lo que deben hacer, y predican en su carne y comienzan a tener un ACTIVISMO RELIGIOSO, que puede llevar a que las personas pierdan de vista la esencia de su fe, enfocándose más en “ HACER” que en “ SER”.
En estos casos es necesario reflexionar sobre la verdadera misión de la iglesia y recordar que el crecimiento espiritual a menudo requiere tiempo para la oración, el descanso y la reflexión. No se puede perder el enfoque y objetivos a lo que hemos sido llamados. Lógico se pueden tener eventos y reuniones de vez en cuando son necesarias, pero no llegando a un activismo exagerado.
CONCLUSION A LA RELIGIOSIDAD. Si no hay negación hay condenación, porque se tiene un libertinaje. La palabra nos dice: SIN SANTIDAD NADIE VERA EL REINO DE DIOS. A los ministros, Pastores y líderes debemos ser confrontados con esta palabra tan diciente “NUNCA OS CONOCI” Leer Mateo Cap.7 vers.21 al 23.
LA IGLESIA DEPENDIENTE DE DIOS PARA UN NACER DE NUEVO Y SER LUZ Y SAL Y HACER NUEVOS DISCIPULOS.
Isaías Cap. 49 vers. Del 1 al 26 leer.
El Adonaí nos prepara a través de su Santo Espíritu, tenemos una misión porque como DISCIPULOS del Altísimo estamos preparados afinados para cumplir su propósito en este mundo que debe ser rescatado de toda cautividad, para que ellos vean como la mano de Dios interviene sobre los que confían en Él, el cual promete salvar a su pueblo y a sus hijos asegurando un futuro.
Su palabra en Isaías Cap.49: vers.3 nos dice: MI SIERVO ERES, OH ISRAEL, PORQUE EN TI ME GLORIARE. En las manos del Altísimo dice su palabra que somos SAETAS BRUÑIDAS con el poder de su palabra, espada con símbolo de fuerza y poder, protegidos con la sombra de su mano, nos capacita para discernir entre lo bueno y lo malo, para ser usados con el carácter divino. El Adonaí nos prepara para ir a la guerra y sacar a un pueblo de la luz natural y llevarlo a lo sobrenatural viendo la gloria de Él. La iglesia necesita ser empoderada para los planes que Él tiene en estos últimos tiempos. Una iglesia sana y próspera espiritualmente. MARANATHA.