Tú pues, hijo mÃÂo, esfuérzate en la gracia que es en Yh-shua – el MesÃÂas (Jesucristo), lo que has oÃÂdo de màante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos, para enseñar también a otros. Tu pues, sufre penalidades como buen SOLDADO del MesÃÂas (Jesucristo). Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por SOLDADO. 2ª. Timoteo Cap.2: 1-2-3 y 4.
Desde una frÃÂa prisión romana, el Apóstol Pablo separado del mundo, con solo uno o dos visitantes y sus materiales para escribir. Sabe que pronto será ejecutado; por tanto escribe sus pensamientos finales a un joven llamado Timoteo, entregándole la antorcha del liderazgo, recordándole aquello que realmente es importante y animándolo en la fe respecto a su llamado Y PREPARAR A OTROS para seguirle en el ministerio.
Nosotros como ministros del Evangelio es una gran responsabilidad en preparar a la NOVIA, la IGLESIA con su verdadera IDENTIDAD como hijos de ELOHIM (Dios) para poder pelear la buena batalla de la fe.
Hay muchas bajas en el Reino por la falta de preparación; y no se llega a cumplir ese gran mandamiento que nos demanda nuestro amado Creador de amarlo con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con toda nuestra mente.
El apóstol Pablo advierte a Timoteo de la oposición que él y otros enfrentarÃÂan en los últimos dÃÂas de parte de personas egocéntricas y poder entrar a enfrentar la fuente de la oposición.
Es importante digerir bien las enseñanzas que nos dejó el MesÃÂas y transmitirlas a cada persona que llega a la congregación, para que como nuevos creyentes que comienzan a militar en las cosas del AdonaÃÂ, sepan defenderse de los religiosos y sectas, utilizando la poderosa espada de la bendita palabra.
La palabra de Elohim (Dios) nos habla de renovar nuestra mente, y esto conlleva a iniciar una batalla consigo mismo, para sacar todo aquello que es estorbo para un verdadero crecimiento espiritual.
El pertenecer al Reino del MesÃÂas nos demanda un proceso continuo y gradual que culmina en una cosecha de madurez espiritual. Leamos  Mateo 13: 1 al 23 que nos habla y explica el MesÃÂas la parábola del Sembrador. Se trata de cuatro suelos diferentes, el sembrador siembra buena semilla; pero no todas le brindan un rendimiento óptimo. Algunas semillas no germinan, y no todas las plantas que crecen ofrecen el mismo resultado.
Vienen ataques para robar, ahogar la semilla sembrada, por eso el creyente debe saber cómo enfrentar los enemigos que se levantan en contra de su fe, sin entrar en contienda, sino con la sabidurÃÂa de lo alto; y para esto debe ser capacitado para desarrollar el carácter del AdonaÃÂ, teniendo disciplina en las enseñanzas, oración y uso de las armas espirituales.
Entrando en la parábola el MesÃÂas dice: Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. Se refiere a familia, (los enemigos serán los de su casa Mateo 10:36) (amistades, vecinos, amigos, como AVES. Mateo Cap.13:19. Es necesario entenderla y vivirla, asàlas aves no puede tocar la semilla.
Y el que fue sembrado en PEDREGALES, este es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo, pero no tiene raÃÂz en sÃÂ, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. Mateo Cap.13:20-21. Vemos congregaciones con miles de personas, pero la mayorÃÂa van por su milagro, una vez que lo reciben emigran, o asisten sin querer compromiso con nada ni nadie, y menos querer tener conocimientos y capacitación. Estas personas están expuestas a los ataques del enemigo, tienen preocupaciones, y la dureza de sus corazones no les permite abrirse a la poderosa verdad.
El que fue sembrado entre ESPINOS, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Mateo Cap.13:22.  Muchos tienen respuesta en su economÃÂa, son bendecidos; pero pueden caer en la ambición y un deseo constante de tener más y más dinero que se vuelven adictos por el trabajo. El antÃÂdoto para un arduo trabajo con moderación lo explica el Rey Salomón a través de la palabra en Eclesiastés Cap. 4:6 más vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos de trabajo y aflicción de espÃÂritu. Personas prosperas deben concientizarse que las riquezas le pertenecen al AdonaÃÂ, sin nada llegamos y sin nada nos vamos, debe existir un equilibrio total en complacencia al dador de vida, ya que solo somos sus administradores.
Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta y uno. Mateo Cap.13:23.  El tener pensamiento reflexivo acerca de quién era sin el dueño de la vida, y quien soy ahora con la identidad de Reino, me debe llevar a ser realista, he salido de la gente ordinaria, para ser extraordinario (a) en las manos del Eterno; y cumplir con un pensamiento global, ayudar a una humanidad ha salir de las tinieblas, para asàcumplir la gran comisión la cual es un mandato divino. Mateo 28:19.
CONCLUSIÓN: Como creyentes debemos preguntarnos qué tipo de terreno somos cada uno de los que estamos leyendo este mensaje. Si somos lÃÂderes, ministros del AltÃÂsimo debemos preguntarnos estamos haciendo verdaderos discÃÂpulos como lo hizo el Apóstol Pablo con su hijo espiritual Timoteo. Nosotros la iglesia estamos dando apertura para que seamos cartas abiertas leÃÂdas por hombres, o somos piedra de tropiezo a otros? su venida está cerca y no podemos quedarnos del arrebatamiento por estar viviendo en un mundo de entretenimiento y de engaño de parte del enemigo. Soldado advertido peleara la buena batalla porque el Adonaàva delante de nosotros como poderoso gigante.