CONOCE Y REFLEXIONA ANTE LA GRANDEZA DEL ALTÍSIMO

«Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.»
Isaías, Capítulo 1, versículos 2 y 3.

El mensaje de Isaías al pueblo rebelde

Isaías, vocero de Elohim (Dios), advirtió y condenó al pueblo por su rebelión. La multitud reaccionó con inquietud, enojo e insultos, aunque algunos asintieron y lloraron en silencio. La vida del profeta consistía en confrontar al pueblo y a sus líderes con los mandatos y promesas de Dios. Los verdaderos profetas rara vez eran populares, pero proclamaban la verdad, fidelidad, advertencia de juicio, salvación y esperanza.

La grandeza de Dios en la creación

Isaías describe el poder de Elohim para crear, su provisión y su presencia para ayudar. Dios es omnipotente y todopoderoso, pero también cuida de cada uno de nosotros de manera personal. Aunque tratamos de definir a Dios con nuestro conocimiento y lenguaje limitados, solo restringimos nuestro entendimiento de Él cuando lo comparamos con lo que experimentamos en la tierra. Isaías, Capítulo 40 (leer todo el capítulo) nos habla de su grandeza sobre el universo, los cielos, la tierra y sus hijos.

La ignorancia y las creencias erróneas

La ignorancia conduce a creencias erróneas que son abominación para el Creador. Isaías pregunta:
«¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis?»
Isaías, Capítulo 40, versículos 18-20.

Los ídolos son vanidad y no tienen poder. Los artífices de imágenes son hombres que se avergüenzan de sus creaciones. Isaías, Capítulo 44, versículos 9-11 nos recuerda que los ídolos no ven ni entienden, y que solo Dios merece nuestra adoración.

El llamado al arrepentimiento

Este mensaje del Padre Celestial busca exhortar, edificar y consolar. La falta de conocimiento conduce a la religiosidad, donde Dios es honrado solo de labios. El profeta Elías llama al arrepentimiento, y el Adonai expresa su cansancio ante los falsos sacrificios, fiestas solemnes y oraciones hechas en pecado. Dice:
«Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien.»
Isaías, Capítulo 1, versículos 1-31.

La sociedad actual y la falta de conocimiento

Hoy, la sociedad enfrenta graves trastornos debido a la falta de conocimiento: temores, poca fe, enfermedades psicosomáticas, vacíos que se llenan con entretenimiento, exceso de trabajo y más. Muchos creyentes sufren de desnutrición espiritual al consumir «comida chatarra» en congregaciones que no alimentan su fe. Las Escrituras advierten:
«Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento.»
Oseas, Capítulo 4, versículo 6.

La congregación como clínica espiritual

La congregación es una clínica espiritual donde, a través de la verdad, somos libres. Allí conocemos al gran médico, Jesucristo, Rey de Reyes y Señor de Señores. Pastores y líderes guían un proceso de sanidad interior que lleva a la restauración y restitución.

Hoy, algunos creyentes profundizan en las Escrituras y tienen líderes sabios que les enseñan, asegurando una calidad de vida espiritual y familias bendecidas en el temor a Elohim.

El alimento espiritual nutritivo

El alimento espiritual en cada reunión congregacional debe ser nutritivo, guiado por el Altísimo y dirigido por el Espíritu Santo. Esta bendición traerá un despertar en la iglesia, llevando a frutos de un verdadero arrepentimiento.

Oración

Padre Celestial, te doy gracias por el conocimiento que traes a mi vida para crecer y ser un instrumento en tus manos. Dame la destreza para invertir en cada vida que coloques en mi camino e inspirar a otros a renovarse bajo el poder del Espíritu Santo. Te pido que cada pastor y líder pregunte cuál es la necesidad del pueblo que llega con expectativas de escuchar tu voz. Ayúdanos a cambiar el curso de los cultos en las congregaciones.

Oro por aquellos que se han apartado, para que regresen, sean renovados, confíen en la redención de Dios mediante Cristo y se regocijen en su Salvador, quien ya vino y volverá otra vez. Amén.

 

MARINA PÉREZ

Sobre la Autora

Marina Pérez nació hace 32 años en el evangelio, Se destaca en la labor ministerial como conferencista en talleres de sanidad interior y liberación, seminarios de guerra espiritual y ministración a familias y mujeres en alto riesgo, llevando en el nombre del Señor, bendición y estabilidad emocional y espiritual.

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