1ª. PARTE.

Así que, amado, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. 2ª. Corintios Cap.7:1.

PARASITOS EN EL ORGANISMO: El ser humano debe purgarse dos veces al año para estar saludable.

Los parásitos se cuelan en el organismo a través de la boca y se propagan dentro del organismo desarrollándose y tomando fuerza para afectar el sistema inmunológico de las personas colocándolo en el riesgo de contraer enfermedades.

Los parásitos afectan la concentración, absorben la energía que las personas obtienen con los alimentos, no permiten el adecuado desarrollo y crecimiento en los niños.

Sus síntomas: cansancio, gases, dolor de cabeza, inflamaciones y otros.

Producen enfermedades como la anemia, desnutrición, enfermedades del estómago, diarreas, sangrado intestinal, y otras afecciones.

La persona puede alimentarse muy bien, pero los parásitos extraen parte de esos nutrientes.

Así como es tan importante LA PURGA en el organismo y desparasitarse, a nivel espiritual en estos últimos tiempos la IGLESIA necesita URGENTE LIBERARSE de todo parásito que la mantiene en el conformismo, la enfermedad, miedo, temores, escasez, egolatría, chisme, envidia, fama, avaricia, religiosidad, engaño, idolatría hipocresía y otros.

La iglesia de Cristo ha entrado en el jacuzzi espiritual, esta relajada, no quiere ayunar, interceder y menos entrar en la guerra espiritual. Muchos ministros del evangelio dicen: ya no hay necesidad del seminario de sanidad interior, porque El Señor ya lo hizo todo, nos bañó con su sangre y estamos limpios, otros dicen para que hacer guerra espiritual si el pelea por nosotros; es una verdad que se toma pero que no se acciona de acuerdo a lo que dice y nos demanda la palabra; porque el necesita de una ACCION para que venga un CAMBIO.

LA DESTREZA DEL LIDER: determina la calidad de vida de sus discípulos.

LA DESTREZA DEL PASTOR: determina la calidad de vida de las ovejas.

La iglesia está en cuidados intensivos, esta moribunda RECAYENDO cada vez más por causa de ministros que la envían a los brazos de la APOSTASIA.

LA IGLESIA PERDIO EL PRIMER AMOR porque cayó en la rutina que la condujo a la RELIGIOSIDAD.

Lobos rapaces disfrazados de pastores, apóstoles, profetas, evangelistas, maestros, engañan a la gente para que siembren por su MILAGRO, para ellos llenar sus arcas; y es así como vemos a un pueblo desnutrido que solo va a escuchar lindas profecías y no viene a un arrepentimiento porque en los pulpitos ya se olvidó de dar ese tipo de mensaje.

La membresía está creciendo numéricamente, pero no espiritualmente; fenómeno que se está dando porque la mayoría van por su milagro al Dios bombero, buscando sanidad y prosperidad económica y no en busca del alimento espiritual y de tener un encuentro con el Señor, porque desafortunadamente el Espíritu Santo tiene que sentarse a observar lo que sucede desde el pulpito.

Lea lo que dice Hebreos Capítulo 5: 11-14 y Cap.6: 1-8.   Da una advertencia contra la apostasía. “y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes venideros del siglo venidero, y RECAYERON, sean otra vez renovados para ARREPENTIMIENTO, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.” Hebreos Cap: 6-5- 6.

Hoy el Señor nos dice: LEVANTATE, RESPLANDECE, PORQUE HA VENIDO TU LUZ, Y LA GLORIA DE JEHOVA HA NACIDO SOBRE TI. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones, más sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. ISAIAS CAP: 60: 1-2-

Como dice su palabra, la maldad avanza, el enemigo sabe que le queda poco tiempo, la venida del Señor está cerca y es tiempo de tomarse el purgante y permitirle que saque todo parásito que se opone al crecimiento espiritual.

El apóstol Santiago nos dice que recibamos con mansedumbre la palabra IMPLANTADA, la cual puede salvar vuestras almas, dice que si solamente somos oidores y no hacedores nos engañamos a nosotros mismos. Santiago CAp.1: vers. 21-22-23-24-25 leer.

MINISTROS DEL EVANGELIO han sido llamados por Dios para sanar y restaurar, dar la medicina que es la bendita palabra que tanto necesita una sociedad en crisis. Es tiempo de rescatar a los perdidos de las garras del diablo. La tarea por delante es ayudar a cada persona de encontrar sentido a la vida, ubicándolo en la perspectiva de un panorama mejor que contribuya a dejar el pasado, disfrutar el presente y conquistar e futuro. Por eso es importante su sanidad interior para hacer rompimiento de maldiciones generacionales; tener solidaridad y disposición como pastor y líder para que a través de ella la purga sea efectiva.

Hoy en día se vive una especie de carnicería espiritual por las almas, la cual ignora las profundas necesidades espirituales del nuevo creyente y lo convierte en una estadística que suma al grupo y alimenta impresionantes informes. Muchos que han sido tratados de esta manera y han salido de la iglesia con heridas y dolores más intensos de los que les agobiaban cuando llegaron. “por lo cual levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. “Esto es restauración. Hebreos: 12.12.

Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros y restauraran las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones. Isaías Cap.61:4. El Señor está describiendo el compromiso que tenemos delante de él de contribuir al rescate y a la renovación de familias enteras para conquistar ciudades destinadas a su Reino. Conocer la verdad e implantarla llevará a la salvación.

Ay! De aquellos que solo dan mensajes de motivación, evangelio de prosperidad, de engaño en los púlpitos, el Señor en su bendita palabra nos dice: “no todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquél día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces le declararé: NUNCA OS CONOCI; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo Cap.7: vers.21 al 23. Continuará…

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