Continuación al tema: Somos llamados a determinar que generación levantamos.
2ª. Parte.
Entrenar a los hijos es una responsabilidad de los padres; es un encargo divino. Hay dos aspectos importantes como entrenadores: 1) conocer y amar a Elohim (Dios) 2) entrenar a nuestros hijos es conocerlos y amarlos.
No podemos motivar a amar a Elohim integralmente, si nosotros no modelamos ese tipo de amor. (Filipenses Cap.4:9).
Si modelamos algo distinto a lo que exigimos que ellos sean, ellos se confundirán. Lo que se plasma en este artÃÂculo no es una receta para lograr la perfección, porque no existe. Cuando son pequeños solo imitan el comportamiento de sus padres o hacen lo que se les permite. Ellos continúan con acciones erróneas cuando los padres no los corrigen.
No podemos conocer a nuestros hijos sin consultar al ingeniero y arquitecto de la vida. Elohim diseño a nuestros hijos. Él tiene el plan y los detalles de la formación de su vida, y nuestro trabajo será en vano si no consultamos con su bendita palabra. El salmo 127 dice que si Elohim no edifica la casa en vano trabajan los que la edifican. Todos anhelamos que los hijos produzcan buenos frutos, pero para eso es necesario ese árbol de vida, sea regado con regularidad, podado, corregido, y quitar toda maleza que no le permite el crecimiento. En otras palabras requieren de cuidado, atención, nutrición y cultivo apropiado.
Después de la afirmación anterior es posible que se pregunte: ¿Para qué hago serios esfuerzo, si de todas maneras mis hijos se van a equivocar y elegirán en algún momento la maldad? Si enseño bien a mis hijos, los principios divinos, reglas morales, conducta adecuada, y al final me sale un hijo rebelde, ¿Qué he ganado? Déjeme decirle que habrá ganado la satisfacción de haber cumplido lo que Elohim (Dios) le manda, y la paz que siente una persona obediente.
Si ellos igual que nosotros, sus padres, eligen lo contrario, tendrán que sufrir el dolor de las consecuencias de malas elecciones, y la disciplina de Elohim (Dios) que nos ama y nos corrige. Ellos también aprenderán de sus errores, ellos también ignorarán el consejo sabio y sufrirán consecuencias tristes que en algunas ocasiones les motivarán a corregir su curso, y que en otras ocasiones serán sólo las primeras experiencias dolorosas de muchas necesarias para instarlos a cambiar. Ellos aprenderán equivocándose después de experimentar dolor por sus decisiones erróneas.
Cuando los padres cumplen con dar la instrucción de parte del Creador, los hijos utilizaran los recursos que recibieron mediante el entrenamiento de sus padres, para desarrollar todo su potencial.
LA DISCIPLINA: Es necesaria para ejercitar al niño (a) en la postergación de sus demandas excesivas, y el desarrollo de un mecanismo de autocontrol que quieren ejercer sobre sus padres.
Los lÃÂmites que se le colocan a temprana edad son necesarios para que  haya sujeción y obediencia.
La disciplina debe hacerse sabiamente en la niñez: la palabra dice: no rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Seol. Proverbios Cap.23: 14-15
Muchos padres son reacios a disciplinar a sus hijos. Algunos temen dañar la relación, que sus hijos se resientan con ellos o que frenen el desarrollo de los mismos. Sin embargo, la corrección no matará a sus hijos, solo los previene de imprudencias que si los pueden matar.
El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; más el que lo ama desde temprano lo corrige. Proverbios Cap. 13:24.
La necedad está ligada en el corazón del muchacho, más la vara de la corrección la alejará de él. Proverbios Cap.22:15.
La disciplina debe ser SALUDABLE hay que exhortar sin maltratar la autoestima de los niños, la cual puede dejar cicatrices emocionales y fÃÂsicas que se puede volver un ataque a la integridad del niño.
Los adolescentes ya no demandan castigos fÃÂsicos, porque puede producir más rebelión. La disciplina para ellos es establecida con lÃÂmites, reglas y prohibiciones que se establecen.
Los padres deben dialogar con sus hijos ADOLESCENTES, enseñándoles que el placer sin ningún compromiso y responsabilidad trae graves consecuencias, tales como enfermedades de transmisión sexual (Sida), embarazos indeseados que producen abortos o infanticidio. Que debe evitar noviazgos destructivos que asfixian, restan movilidad, tiempo y libertad; obstruyen y dificultan el avance para estudiar, trabajar, contaminan las relaciones familiares y amistades, en pocas palabras se puede llegar a un noviazgo enfermizo, que se puede convertir en celos, amenazas y manipulación que busca solo la satisfacción del sexo.
Hay que hablarles de lo que es un noviazgo constructivo que está bajo el temor a Dios, donde se da honra y respeto primeramente al Creador, hacia la familia y hacia el romanticismo sano que se preocupan por su salvación y santidad honrando sus cuerpos. No debemos permitir que se nos adelante el enemigo con el HUMANISMO SECULAR, a través de malas influencias o amistades que los motivan al  libertinaje de la inmoralidad, que a lo bueno le llaman malo y a lo malo le llaman bueno. El Adonaàes muy claro en su bendita palabra cuando dice: LA AMISTAD CON EL MUNDO ES ENEMISTAD CON ELOHIM. (DIOS). Santiago Cap. 4:4. (El placer que impide que agrademos al Adonaàes el pecado).
Continuación en la 3ª. Parte. Entregando armas espirituales en contra del Humanismo Secular.